sábado, 30 de abril de 2011

Viajera cautelosa

A veces el mundo externo se muestra hostil y volvemos a casa como a un refugio.
Al café, a las charlas con la gente más próxima y no tambien, a mi sicólogo que tanto me escucha, a la literatura.
A los cuadernos, a los talleres por crear, a las películas.
Pero se corre el riesgo del encierro.
La solución, se me ocurre, está en salir un poco, explorar un poco y después volver un poco.
Pero volver con "notas de viaje", con registros de los mejores lugares históricos y emocionales, los más amigables, los más ásperos e interesantes, los más justos o aquellos que lo estan buscando, los que valen la pena visitar y otros ya no.
Para elegir mejor viajes futuros.
Porque hay que tener algo de cautela y cuidado. Y porque no da lo mismo visitar ciertos espacios ( o gente) que otros.
No tenemos tiempo infinito y es bueno saber elegir y reforzar las emociones buenas








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